La reforma educativa, desde su aprobación por el Congreso de la Unión, ha generado mucha controversia sobre sus implicaciones y las posibles repercusiones que se vislumbran para los principales implicados con la educación los docentes, ya que genera incertidumbre y preocupación la evaluación obligatoria para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia en el servicio.
Me surgen varias preguntas al respecto:
¿Qué pasará con los docentes que tienen años laborando en un centro educativo y no logren aprobar la evaluación?
¿Serán despedidos?
¿Los reubicarán a otras áreas sino aprueban el examen?
¿Qué pasará con los sueldos si no aprueban los docentes?
¿Seguirán con el mismo sueldo?
¿También serán evaluados los directores, subdirectores, secretarios de educación de cada estado de la república y todos los administrativos?, o ¿Únicamente serán evaluados los docentes?.
Si pretendemos una “Educación de calidad”, considero que todos los implicados deberían ser evaluados, ya que todos conformamos el Sistema Educativo.
Me surgen varias preguntas al respecto:
¿Qué pasará con los docentes que tienen años laborando en un centro educativo y no logren aprobar la evaluación?
¿Serán despedidos?
¿Los reubicarán a otras áreas sino aprueban el examen?
¿Qué pasará con los sueldos si no aprueban los docentes?
¿Seguirán con el mismo sueldo?
¿También serán evaluados los directores, subdirectores, secretarios de educación de cada estado de la república y todos los administrativos?, o ¿Únicamente serán evaluados los docentes?.
Si pretendemos una “Educación de calidad”, considero que todos los implicados deberían ser evaluados, ya que todos conformamos el Sistema Educativo.
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